Mito
Sólo las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama tienen riesgo de tenerlo también.
Realidad
Dos terceras partes de las mujeres diagnosticadas no tienen un factor de riesgo identificable. Cualquier mujer está en riesgo.
Si existe antecedente familiar en primer grado (madre, hermanas o hijas) y el cáncer se presentó antes de la menopausia, el riesgo aumenta el doble. Esto no significa que la persona va a tener cáncer, sólo significa que tiene mayor probabilidad de tenerlo, más aún cuando existen dos o más familiares en primer grado con el problema.
Mito
Si tengo alto riesgo para cáncer de mama es muy poco lo que puedo hacer, tan sólo estar atenta a los síntomas.
Realidad
Es importante estar informada de cuál es el riesgo específico y determinar con un oncólogo cuáles son las opciones individuales más adecuadas en tu caso. Una visita anual con tu oncólogo puede también a ayudar a determinar tu nivel de probabilidad con base en factores de riesgo. El diagnostico temprano se basa en tres aspectos: auto exploración, exploración médica y estudios de imagen, en caso necesario. La meta es detectar tempranamente la enfermedad.
Las mujeres con alto riesgo pueden reducirlo con medidas como:
1. Bajar de peso en caso de obesidad
2. Disminuir o suspender la ingesta de bebidas alcohólicas
3. Haciendo ejercicio de forma regular
4. Dejando de fumar
5. Siendo muy rigurosas con su rutina de detección (autoexploración, exploración médica y estudios de imagen)
Mito
La mayoría de las bolitas que aparecen en la mama son cancerosas.
Realidad
Más del 80% de las bolitas que se pueden tocar en una glándula mamaria son de origen benigno (fibroadenomas o quistes) y no requieren de ningún tratamiento. Sin embargo, es muy importante tener una disciplina de auto exploración de los senos y reportar al oncólogo cualquier cambio y cualquier bolita. Él decidirá si hay que hacer algún estudio de imagen o biopsia.
Mito
El cáncer de mama siempre se presenta como un tumor palpable.
Realidad
En nuestro país, la mayoría de las mujeres buscan ayuda cuando detectan una bolita en el seno. Sin embargo, ésta no es la única manera de diagnosticar la enfermedad. Los estudios de imagen, como la mastografía y el ultrasonido, tienen como objetivo detectar tempranamente la presencia de cáncer, o sea, cuando la enfermedad es tan temprana que no ha logrado formar una bolita. También existen variedades como la enfermedad de Paget o el carcinoma inflamatorio.